Este es un bizcocho muy sencillo, muy esponjoso, poco graso y muy agradable para los menos amantes del azúcar, ya que no es especialmente dulce. Es ideal para acompañar el café en el desayuno.
Ingredientes:
- 8 huevos
- 125 gramos de mantequilla
- 1+1/3 de tazas de azúcar
- 1+1/3 de tazas de harina
- Ralladura de una naranja o un limón
- 1 sobre de levadura tipo Royal
Preparación:
Separar las yemas y las claras. Las claras se montan a punto de nieve (hasta que al dar la vuelta al bol la mezcla no se caiga) y se reservan. Las yemas se baten bien con el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea que haya duplicado su volumen. Se añade la mantequilla derretida y la ralladura del limón o de la naranja. Se incorporan las claras montadas mezclando con una espátula y movimientos envolventes para evitar que pierdan aire y se bajen. Por último añadimos la harina mezclada con la levadura y tamizada. La mezcla se pasa a un molde previamente enmantequillado y enharinado y se mete al horno precalentado a 170ºC durante unos 45 minutos. Como siempre, hacemos la prueba del palillo: el bizcocho estará listo cuando al introducir y sacar un palillo, este salga seco.
Cosas a tener en cuenta:
Al limón o a la naranja sólo se le ralla la piel superficial; es decir, la parte amarilla o naranja sin llegar a la blanca que es amarga y por ende amargará el bizcocho. El molde puede ser de cualquier tipo, pero yo utilizo el típico molde rectangular de bizcocho.