La clave de la fabada, una de las recetas de cuchara más famosas de la gastronomía española, está en usar productos de excelente calidad y disponer de una mañana tranquila en casa. No hay más, ya que la preparación es fácil y son los productos los que marcan la diferencia de sabor.
Para facilitarnos la vida en la elección de los productos, utilizamos el preparado para fabada asturiana de Embutidos Naveda que nos ha traído La Bella Tierruca para que podamos hacer una fabada en Madrid en condiciones. Aquí tengo que agradecer a Amanda, del blog Zampatelmundo, que fue quien nos dio a conocer esta tienda de productos del norte en Madrid. Este preparado incluye las fabes, el chorizo, la morcilla, la panceta e incluso la receta impresa, en un empaque envasado al vacío. Sus fabes son perfectas, suaves y mantecosas, de esas que se deshacen en la boca. El embutido es ahumado y verdaderamente asturiano.
En esta ocasión haremos la fabada en olla rápida, más adelante os contaremos cómo hacemos nuestra fabada a fuego lento. Con lo fácil que es hacer esta versión y lo rica que queda, dudo que volváis a comprar fabada de bote.
Ingredientes: (3 raciones)
250g de fabes (alubias granja extra)
1 chorizo asturiano ahumado
1 morcilla asturiana ahumada
70g de panceta curada
1 cebolla
2 dientes de ajo
2 hojas de laurel
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
6 hebras de azafrán
100g de hueso pequeño de jamón (1 huesito pequeño)
Agua (que cubra dos dedos por encima de las fabes)
Extra: un trocito de lacón (100g), que en esta ocasión nosotros no hemos puesto
Preparación:
El día anterior a la preparación tenemos que hidratar las fabes/alubias, dejándolas en remojo con agua fresca toda la noche (de 8 a 12 horas) y escurriéndolas por la mañana. El día de elaborar la fabada lo primero será pelar los ajos y trocear la cebolla en brunoise (dados pequeños).
Colocamos en la olla exprés todos los ingredientes, excepto el chorizo y la morcilla. Las fabes escurridas, la panceta entera, la cebolla troceada, los ajos pelados, el laurel, el aceite de oliva, el azafrán y el hueso de jamón (también el lacón si lo tenéis). Añadimos agua hasta que cubra dos dedos por encima de las fabes y ponemos a cocer. Antes de tapar la olla exprés desespumamos: retiramos la espuma que se genera en la parte superior de la preparación (impurezas y grasa) con una espumadera o una cuchara. Ya sólo queda cerrar la olla y esperar una hora y media a que esté lista. Para comprobar que está, basta con probar una fabe a ver si está suave.Mientras tanto, ponemos en otra olla normal el chorizo y la morcilla pinchados muchas veces con un cuchillo o un tenedor.
Se cubre con agua y se pone a cocer. De esta manera soltarán toda la grasa para que el plato no sea tan pesado e hipercalórico. Será una especie de fabada light. Se mantendrá cociendo a fuego bajo hasta que la fabada esté lista; entonces se retirará esta olla del fuego, se escurrirá el agua y se troceará el embutido para añadirlo a la fabada.
Teniendo todo cocido en una sola olla, sólo queda trocear la panceta y el lacon, retirar el laurel y machacar los ajos con unas pocas alubias para darle espesor al caldo. No solemos añadir sal, pero podéis comprobar cómo está de sal y añadirla si lo consideráis necesario. Podríais añadir un poco de pimentón también si os apetece.
¿A que no es difícil? Sólo queda servirla y disfrutarla.