Gelateria La Gourmandise (Roma, Italia)
Gastrorecomendación en el Barrio Monteverde Vecchio, muy cerca del Barrio de Trastevere (Roma Capital)
Via Felice Cavallotti, 36B | http://www.lagourmandise.it | M-D 11:00-22:00h
La Gourmandise, refinatezze di altre tempo
Su slogan se traduce en español como “refinamiento de otros tiempos” y sí que el nombre le viene como anillo al dedo. Han cuidado todos los detalles: desde la decoración del local hasta las materias primas. Lo primero que llama la atención es la variedad de sabores y colores vivos de la vitrina expositora de helados.

Su propietario, Dario Benelli, con un aspecto de auténtico italiano de película de los ochenta, te atenderá con una sonrisa y mucha amabilidad. Darío encarna lo que en Italia se llama «fantasia dello chef», que viene a ser crear los platos, o en este caso los helados, según la propia creatividad y criterio del cocinero o pastelero. Para producir estos sabores tan originales utiliza productos naturales de alta calidad y fruta exclusivamente de temporada. La elaboración es completamente artesanal y a la vista del cliente ya que el laboratorio está separado de la zona de atención al público solo por un cristal.
Es ideal para intolerantes a la lactosa por sus sabores que combinan hierbas aromáticas y fruta, como melone all’anice (melón con anís) o mela verde e salvia (manzana verde y salvia). Otros sabores son elaborados con leche 100% de cabra como cioccolato bianco al mirtillo (chocolate blanco con arándanos), crema al timo e limone (crema con tomillo y limón) o lavanda e zenzero (lavanda y jengibre). Utiliza productos locales y también otros productos italianos con denominación de origen protegida (DOP) o indicación geográfica protegida (IGP) en sabores como fragole di Nemi (fresas de la ciudad de Nemi, en Roma), pistacchio di Sicilia (pistachos tostados con DOP de Sicilia) o Nocciola del Piemonte IGP (avellanas del Piemonte, al norte de Italia). Tiene otros sabores tan delicados como lampone in acqua di rose (frambuesas en agua de rosa). A pesar de no estar certificado como tal, Darío asegura que sus productos no contienen gluten. Sólo echamos en falta una buena galleta artesanal para acompañar al helado, pero lamentablemente no hay cono o cucurucho, sólo se vende coppette (tarrina). Dice su propietario que para que el sabor de la galleta no interfiera con los delicados sabores de su creación.
Este establecimiento reconocido por el Gambero Rosso con el premio especial a Botteghe dell’anno 2015 (tienda del año 2015) está ubicado en Monteverde Vecchio, en la Via Felice Cavallotti 36B; un poco alejado del centro pero perfectamente accesible en autobús o dando un paseo subiendo desde la parte baja del barrio de Trastevere. La entrada es poco vistosa, no permite intuir la maravilla que hay dentro. Su espacio interior es pequeño pero agradable y bien decorado, no hace falta más para comprar un helado. Fuera hay unas cuantas sillas y bancos para poder disfrutar de esta delicia con tranquilidad y al aire libre.
Constantemente elaboran nuevos sabores, y además venden bonbon gelato (bombón de helado glaseado con chocolate Valrhona) y otras creaciones como parfait, croquenbouche y chocolate caliente según temporada. Yo probé un bombón de helado de pistacho con chocolate fondente (chocolate negro): sencillamente ES-PEC-TA-CU-LAR.
Aquí os dejamos su página web y Facebook para contactarles. Por lo que sabemos no cuentan con Twitter o Instagram. Si queréis podéis decir al propietario que habéis leído la reseña en La Gastronofila y no olvidéis a la vuelta contadnos que tal vuestra experiencia. Buen viaje!
PROS
Variedad de sabores originales con oferta para celiacos, veganos e intolerantes a la lactosa. Uso exclusivo de fruta fresca de temporada e inclusión de productos con denominación de origen o indicación geográfica protegida de Italia y diversas partes del mundo. Su propietario te atenderá personalmente y está dispuesto a responder a cualquier duda o pregunta con una sonrisa.
CONTRAS
No se encuentra en una zona precisamente turística, aquí se va exclusivamente por el helado y no porque se encuentre en ninguna ruta o porque haya un monumento cerca y el helado te pille de camino. No hay conos o cucuruchos, sólo venden coppette (tarrina). Sólo se habla italiano.
VEREDICTO
Como diría la Guía Michelin al referirse a un restaurante de dos estrellas: “merece (totalmente) la pena desviarse”.
Helados… Me encantan!