Restaurante La Musa Latina (Madrid, España)
GastroRecomendación en el Barrio de La Latina (Distrito Centro)
Es la semana grande del barrio de La Latina, son las fiestas de la Virgen de la Paloma 2016. Es ya tradición ir a dar una vuelta por el barrio cada año y ver con qué novedades nos topamos. Esta vez hemos decidido conocer La Musa Latina: un restaurante con horario ininterrumpido, de ambiente acogedor y relajado, ubicado en la Costanilla de San Andrés número 12, en la mismísima Plaza de la Paja. Hace tiempo ya que no conseguíamos un lugar que cuidara tanto los detalles y que nos sorprendiera, tanto es así que 3 días después hemos vuelto a probar otros platos. Este local combina una variedad de elementos que le hacen polivalente, seguid leyendo y me entenderéis.
La barra es amplia y de sillas altas, de las cómodas. Cuenta también con una especie de grada con estructura de doble altura y baldosas que nos parece una idea genial para ampliar la zona de barra y dar a los clientes espacio suficiente para sentarse, apoyar las copas, las tapas y sus pertenencias; espacio que suele hacer falta en la mayoría de locales, sobre todo en fechas concurridas como estas. También hay mesas de diversos tamaños tanto dentro como fuera.
La decoración exterior es bastante discreta; la interior incluye un jardín vertical, flores, ventanales luminosos, lámparas de hierro forjado, sofás y muebles antiguos restaurados que en conjunto le dan un toque retro. La parte inferior del local es abovedada y de ladrillo visto pintado de blanco; y cuenta con una mesa de ping pong y un arcade con videojuegos clásicos (Pacman, Mario Bros, Donkey Kong), ideal para pasar un buen rato entre amigos. En la terraza de la plaza se puede disfrutar de los días soleados de verano, mientras que el sótano es perfecta para refugiarse en los días fríos y/o lluviosos. Tampoco descartaríamos el lugar para una cita con la luz tenue de su planta principal.
Los camareros son muy simpáticos y van vestidos con un uniforme más original, dejando a un lado el típico polo negro o la camisa blanca para diferenciarse con una camiseta a rayas horizontales, unos tirantes clásicos de diferentes colores y un delantal de tela de vaquero con bolsillos.
Tienen una amplia variedad de bebidas: cervezas (2,40-3,00€), vinos (1,70-3,50€), cócteles, milkshakes (3,75€) y smoothies (4,00€). La carta tiene muchas opciones de diversos lugares del mundo, tanto dulce como salado, y sus tapas son ideales para compartir entre dos personas. La presentación de todos los platos es impecable y variada.
Nosotros probamos de todo un poco:
– Brasilian (4,00€): Smoothie que combina zumo de naranja, açai, arándanos y fresa (lo volvería a pedir!).
– Bomba (4,25€): El clásico del local que está en todas las mesas. Es una bola de patata rellena de un guiso de carne y luego frita, que viene cortada a la mitad y acompañada por tres tipos de salsas diferentes: alioli, brava y otra a base de espinacas.
– Taco de ropa vieja (4,50€): Dos tacos rellenos de un guiso con carnes varias acompañados de cebolla morada, cilantro, lima y salsa picante en pipeta (así se sirve cada uno lo que quiera según su nivel de tolerancia al picante) presentados sobre una teja.
– Pollo César a la brasa (5,50€): Pechuga de pollo a la brasa bajo una capa de lechuga cortada finamente, su salsa César, rodajas de rábano y un toque crujiente.
– Mortero de tomate y aguacate con nachos (6,25€): Un mortero auténtico con una mezcla de tomate, aguacate, cebolla morada, cilantro y “polvos mágicos” para que tú mismo lo aliñes y majes a tu gusto. Viene acompañado de nachos con derecho a refill (es decir, que te dan más nachos sin recargo si se te acaban antes que el guacamole).
– Gyozas o empanadillas japonesas de pollo al ponzu (6,25€): 5 unidades de empanadillas acompañadas de una salsa japonesa tipo vinagreta a base de salsa de soja y otros componentes como mirin, yuzu o dashi.
– Wok Chau Fan (7,75€): Arroz, huevo, zanahoria, calabacín, pak choi, pollo crujiente y salsa brava. Delicioso! Aunque a mí me guste más el huevo con puntilla que el de baja temperatura.
También probamos algunas cosas dulces:
– Brownie doble caramelo (6,50€): Acompañado de helado de vainilla. Bueno, pero no tan bueno como los platos salados.
– Cheesecake (4,75€): Tarta de queso acompañada de coulis de frambuesa. Mejor que el brownie, pero los salados siguen destacando.
Esta propuesta del Grupo La Musa, ya con 20 años de experiencia en el sector de la hostelería, nos ha gustado mucho. Nuestro veredicto: 100% recomendable! Un lugar diferente con comida sabrosa, carta variada, productos de buena calidad, cantidades generosas, muy buena presentación de los platos, local muy bien decorado, sin ruido excesivo, y con una excelente atención por parte del personal; esta última es una cosa que valoramos mucho porque es en la que suelen fallar la mayoría de sitios. Todo un acierto para una gastrorecomendación.
El precio medio fue de 18€ por persona bebidas incluida (tener en cuenta que para probar todo lo que describimos arriba fuimos dos veces y cada vez el ticket medio por persona fue de 17 o 18€). Quedamos con ganas de probar las croquetas clásicas, las carrilleras con setas y alioli de miel, el dip de pizza líquida, los makipanes, y la tarta Red Velvet. Ningún problema, porque es indudable que volveremos.
Abren todos los días de la semana a partir de las 10:00h. Tenéis la opción de probar el menú de mediodía (menos de 12€ por persona), el menú degustación (30€ para 2 personas) y también la degustación de postres (7,00€).
Para contactar y/o reservar, aquí os dejamos su página web, Facebook, Instagram y Twitter. Si queréis podéis decir a la encargada que habéis leído la reseña en La Gastronofila. Nos despedimos por hoy no sin antes desearles, como dice el slogan de La Musa, “que la inspiración nos pille (a todos) comiendo”!