*ESTA ENTRADA HA SIDO ACTUALIZADA*
El restaurante La Tragantúa ha modificado su nombre y actualmente se llama La Malontina.
Calle de la Verónica 4, 28014 | www.latragantua.es
“Gargantúa y Pantagruel” son dos gigantes que se caracterizan por una insaciable glotonería y que protagonizan la obra escrita por François Rabelais en el siglo XVI. De esta obra surgió el adjetivo “pantagruélico” –abundante o en cantidad excesiva– y surgió también el famoso traganiños de Bilbao: esa figura caricaturesca gigante típica de las fiestas, conocida también como Tragantúa en otras zonas de España, que sirve de entretenimiento para los niños: se meten por la boca del personaje, se lanzan por su tobogán interior y salen por el trasero.

Nuestro más reciente descubrimiento es un pequeño restaurante llamado La Malontina (antiguamente conocido como La Tragantúa) ubicado en el barrio de Las Letras. Apareció un día en el que buscábamos un restaurante, cómo no, que resultó estar cerrado… Después de tal chasco se me ocurrió la brillante idea de preguntar al camarero del bar de al lado si podía recomendarnos algún otro cerca: “uno bueno, no de turistas; uno al que irías tú”. La expresión del camarero –casi relamiéndose– y su total seguridad a la hora de responder, sin titubeos, me dejó claro que ese era el lugar al que iríamos.
Por fuera pasa desapercibido porque es muy sencillo, además está en una calle poco transitada, y si a eso le sumas que uno va por la vida un poco distraído, es difícil notar que este sitio tan maravilloso está allí salvo que alguien te lo diga. Pero, ¿para qué está La Gastronófila? Pues precisamente para eso, para compartir estos pequeños tesoros contigo.
El local abrió hace 14 años y es de unos asturianos, aunque su oferta no es para nada la típica cocina tradicional asturiana. Ofrecen menú de mediodía y carta para cenar, y por lo que probamos de la carta os podemos decir que es una cocina muy cuidada y sabrosa, con productos de toda la vida pero reinventada, con un toque diferente.
Es un local pequeño pero muy acogedor. Suele estar siempre lleno, por lo que es muy recomendable reservar. Tener pocas mesas y un personal agradable le hace perfecto para una experiencia gastronómica en un ambiente más íntimo.
De entrante, cortesía de la casa, nos trajeron sus famosas empanadillas coreanas con chili dulce. A continuación pedimos unos deliciosos envoltini de pimientos con jamón (8,30€).
Como platos principales probamos los dados de solomillo de ternera de Ávila sobre rodajas de patata, acompañado de puré de pimientos hecho a base de cebolla, pimiento amarillo y ajo (16,50€).
También probamos el wok de solomillo de cerdo con verduras (11,60€): pimientos de tres colores, calabacín y lombarda en su justo punto crujiente, como debe ser un wok. La salsa de ostras –¡atención alérgicos! – es parte del secreto del excelente sabor de este último plato; eso y un poco de chili y cebolla.
El postre excelente, y mira que me resulta difícil conseguir postres tan ricos: tarta de queso con base de cookies y chocolate blanco, además de cobertura de arándanos (5,80€). Que la tarta de queso la tienen todos? Si, pero no esta exquisita versión.
Todo delicioso y perfectamente emplatado en una vajilla diferente para cada elaboración, servido de forma rápida y correcta por un personal muy simpático y respetuoso. Se ve que se ha dedicado tiempo a pensar en la presentación para dar un punto extra a la experiencia. El ticket medio ronda los 30€ por persona. De ganas: Nos quedamos con ganas de probar media carta! Volveremos.
Pros
El trato por parte de los camareros es muy cordial, se está muy a gusto, la comida está deliciosa y la materia prima es de primera. Se nota que se esmeran mucho en la cocina. Para nosotros este local es un must del barrio de Las Letras y está entre nuestros favoritos de la ciudad. La relación calidad-precio es muy buena.
Contras
Lo pequeño hace que reservar sea una necesidad y no puedas disfrutar del impulso de decir “venga, vamos a La Tragantúa” así en el último minuto. Pero tampoco lo resaltaría como algo negativo porque la verdad es que eso hace que el ambiente sea más íntimo y acogedor. Única cosa negativa: no avisar en carta que un producto del apartado de carnes lleva salsa de ostras, más que nada por aquellos alérgicos a productos marinos que no manifiestan públicamente su situación y se van a lo seguro sin preguntar por los ingredientes. Nada grave, pues se soluciona rápidamente incluyendo la información en la carta.
Como siempre, os dejamos su página web, Instagram, Twitter y Facebook. Para reservar podéis llamar al 914 203 108 o al 656 323 796. También podéis comentarle a Pablo o a Dani que lo habéis conocido a través de La Gastronófila.
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Que exquisitos platos! Solo ver las fotos te hace soñar en esa fantástica comida. No tardó en visitar La Tragantúa.